Una alimentación adecuada es fundamental para mantener y conservar un buen estado de salud. La alimentación como fuente de salud no es un concepto muevo. Hipócrates sentenció la famosa frase «Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento´´.
Hay que saber diferenciar entre alimentación y nutrición:
- Alimentación: es la acción voluntaria y educable, muy influenciada por los factores sociales, económicos, culturales y religiosos que consiste en proporcionar al cuerpo alimentos e ingerirlos.
- Nutrición: es la acción involuntaria que abarca un conjunto de procesos fisiológicos (absorción, metabolismo y excreción) mediante los cuales el organismo recibe, transforma e incorpora las sustancias contenidas en los alimentos para mantener al organismo en perfecto estado de salud y obtener energía.
Tras estas definiciones, nos damos cuenta que educando el hábito de una buena alimentación y llevándola acabo podremos conseguir una nutrición óptima para nuestro organismo.
Los alimentos contienen sustancias llamadas nutrientes, que desempeñan varias funciones en nuestro organismo y constituyen el material básico para el mantenimiento de la vida. Estas sustancias son:
- Proteínas: función estructural o plástica. Nutriente necesario para crear o regenerar nuestros tejidos. Son compuestos muy complejos formados por cadenas de aminoácidos unidas entre sí.
- Hidratos de carbono. Función energética. Fuente más abundante y económica de energía. Función de reserva. Son de composición muy variada.
- Lípidos: función energética. Principal reserva de energía del organismo. Pueden ser líquidos o sólidos.
- Vitaminas, minerales y agua: función reguladora: intervienen en múltiples reacciones bioquímicas del organismo. El agua es un componente esencial para el mantenimiento de la vida y es el medio donde se desarrollan todas las reacciones metabólicas.